Lección

25/ julio/2007

Camino, respiro, disfruto te olvido. Me achanto, inactivo, te pienso, me estanco. Me obstino, me amargo, nada nuevo. La solución seria no administrar mi tiempo y así que todo sea aleatorio. Cuando me sobra el tiempo y ando ocioso, nada productivo, aparece de la nada tu recuerdo, nada agradable. No es fácil borrar algo o alguien que estuvo mucho tiempo involucrado en mi vida, en mis cosas. Todo es mental, lo se. A veces ni en la mente se tiene control, en momentos inesperados y solitarios apareces. Parezco un prisionero, atado a lo miserable, a lo infantil y todo lo desagradable que dejaron tus acciones, tus patéticos recuerdos. Hablo con propiedad de ello ya que lo conozco de memoria. No se si pensaras en mi y tampoco me importa. Ojala pudiera pedirle a mi mente que dejara de pensarte, ya que mi corazón hace tiempo dejo de latir por ti. No me hace bien pensarte, no porque sufro sino porque me ladilla, no evoluciono. De cierta forma es como si invocara al pasado y no le parara al presente. Recuerdo todo lo que hacia, decía, los halagos, las promesas, sueños y aun no creo que algún día compartí eso contigo. No lo merecías y lo digo con sinceridad no por ira o por X cosa, sino que conociéndome no se como pude ser tan fácil. No maneje con precaución y lo mas importante nunca debí de involucrarme demasiado, en fin eras un pasatiempo. Pero poco a poco caí y este es el resultado, el precipicio, las consecuencias de un terrible descuido. Nada es gratis en la vida. Estoy repasando la lección, me confié y me raspo el tiempo