29 de septiembre de 2010

Mi Zahir

Desde hace un buen tiempo me olvide de ti, perdí el rumbo, pensé no necesitarte.

Me jacte de la autosuficiencia, de lo que supone madurar, de hacer lo incorrecto disfrazado de lo correcto, tal vez banal, supuestamente interesante.

Apague las luces del camino que conducían a ti sin medir las consecuencias, rodeado de todo menos de tu presencia.

Cada palabra, cada acción es una vida, una persona.

Cada acto, cada reacción es una respuesta, un aprendizaje.

Obvie todo eso, no lo respete.

Pones las herramientas en mis manos y siento que no he hecho nada, nada bueno, solo arruinar todo.

Hacer todo lo que se considera bueno, correcto y en solo momentos, instantes, echarlo todo a perder.

Como si se tratara de una plastilina que se hacen y deshacen figuras fácilmente, mas no es así en la vida, en el corazón, en el alma, en la conciencia. Siempre quedan cicatrices, huellas que tarde o temprano terminan apareciendo y lastimando, haciendo pedazos todo. Como si el cielo se me viniera encima, tratara de detenerlo y terminara hecho trizas.

Renegué de tu palabra, me burle de los que te sienten, cuestione la fe, como si fuera un clérigo de la maldad, un ser cegado por lo que llamamos “la buena vida” y es totalmente preca

ria, contraria a lo bueno.

Volé con alas de cera y termine derrumbado.

Rodeado de lobos disfrazados de amigos. De personas que profesan la amistad y cuando menos esperas te tumban como si se tratase de un castillo de naipes.

Tarde pero abrí los ojos y con tu ayuda espero no cerrarlos otra vez.

A veces dicen que cuando una persona cambia, con el cambia el mundo; que cuando una persona es feliz el mundo también lo es.

Entonces me has dado la señal, los signos y los interpretare, seguiré tus huellas, tus pasos, retomare el camino perdido. Llegare al final de el con todas las experiencias aprendidas en toda esa travesía.

Prestare atención a las cosas, personas que están a mi alrededor y nunca les di el valor que merecían.

Aunque me cueste y haya obstáculos, tentaciones, tormentas para llegar hasta ti lo haré. Guiado por ti, tomado de tu mano.

Gracias por las experiencias, por lo bueno, por lo malo, por el hecho de proponerme hacer un cambio en mi vida, no se si por un buen tiempo, no se si para siempre.

Tuya es la gloria.

Desde hoy serás mi Zahir, mi búsqueda.

No me dejes caer…


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