24 de junio de 2010

¡Fuerza! Descansa en paz…


Vaya ironía del destino, un día tenemos todo y otro nada, un día somos felices y el otro día el ser mas vacío e infeliz del mundo.

Que broma cuando un hobbie, una diversión se convierte en desgracia, cuando las risas se cambian por lágrimas, por dolor.

El sol desaparece y cambia todo, las tinieblas reinan, todo queda en oscuridad, miseria.

Vaya amigo, lamentable hecho, quien lo diría.

En esos momentos no se sabe quien obra, si dios o el diablo, nada puede cambiar una tragedia, un momento mortal y tan incierto.

Ver la sangre correr y más de un familiar no debe ser nada fácil, mucho menos llevar encima el peso, la responsabilidad de una muerte aunque no se sea culpable.

Si muchas veces una mínima falla nos descompone todo, una situación así será como si un taladro nos fulminara la mente, el corazón.

Se que nunca nada ni nadie recompensara esa lastimosa perdida, nadie llenara ese vacío.

Solo tu, Dios y el hoy occiso, tu hijo, sabrán lo que paso en ese trágico momento.

Y ve lo antagónico del caso, hoy en día estas en prisión, tras las rejas, verdaderamente inocente, legalmente incierto y tu hijo, 5 metros bajo tierra, desde el cielo cuidándote, su alma, su espíritu tratando de calmarte, de llenarte en estos difíciles y angustiosos momentos.¡Se fuerte, no decaigas!

El de arriba aprieta pero no ahorca.

Quizás era el día de el, estaba destinado a que el ser que le diera la vida, se la quitara accidentalmente.

Tu mente debe de ser un hervidero de ideas, un volcán en erupción. Tu cuerpo frágil, débil, sin fuerzas.

Tu familiares y amigos inconsolables tanto por la perdida de uno de sus miembros y la impotencia de verte encerrado ahí, así tan de repente cuando hace poco estabas, estaban ahí juntos como cualquier día, cosa que no se repetirá nunca mas, al menos en la tierra, quizás en otra vida si existe.

Otros tildándote de asesino o monstruo, cuando realmente no es así.

Se fuerte amigo, busca la paz, la esperanza.

Que cada lagrima, cada plegaria, cada reflexión sea una ayuda para tu hijo llegar al lado de Dios, que de seguro ya esta ahí, cuidándote, velando y pidiendo por ti.

Desde aquí pido por el y por ti para que se agilicen los procesos y vuelvas a disfrutar de la libertad, aunque nada será igual.

¡Fuerza amigo! A tu hijo, que descanse en paz…


PD: Ya a la salida de esta columna uno esta enterrado y el otro logro salir bajo régimen de presentación, aun siguen las averiguaciones.

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