8 de junio de 2010

A oscuras


Pensando en lo poli cromático como algo ideal, cuando todo rueda a escala de grises.

Pensando en la magia, de meter la mano en una caja vacía, obviar el conejo y sacarla llena de cosas buenas, fluorescentes.

Pensando en universos paralelos, en situaciones similares, sol que en polos opuestos o a miles de millas de diferencia.

Así ando. Con un cronometro y un calendario en la mano, viendo lo vertiginoso del ritmo que tienen las horas, los días. Como si fuera ayer, pero es hoy y pronto, mas pronto de lo que imaginas será mañana.

Y es tan irreal pero tan cierto, como si tuviéramos una camisa de fuerza y ver todo tan lento e inútil, incapaz de palparlo de detenerlo.

Pensando en descomponer átomos, partículas, cuánticamente, minuciosamente, con ocio, con descaro. Confeccionar un beat perfecto, sonoro, tanto intenso como melódico, sonoro, tanto alegre como nostálgico. Con pinceladas de la niñez, adolescencia y posterior vejez.

Los recuerdos no se quieren montar en el tren que va directo al olvido, alo infinito, si no que se quedan adheridos y a la vez separados de mi mente. Esperando ser suprimidos y enviados al baúl de las cosas que nunca pasaron o nunca debieran de pasar.

Todo es bipolar, inverosímil, artificial.

Siempre nos empeñamos en pensar en lo que hubiera pasado, si hubiéramos tomado una acción posterior a lo que paso, o si hubiéramos tomado la dirección opuesta. Ese pedacito de vida imaginaria, paralela, donde muchísimas veces nos quedamos estancados. Donde nos empeñamos en contar la historia cuando somos los héroes y no los perdedores.

Porque siempre todo lo asumimos desde la óptica errada, egoísta, donde cabe uno solo en el mundo y no cabemos todos.

Similar a una célula y su núcleo, sin importar los organelos, ni otros agregados que la mantienen perfecta y armónicamente con vida, funcionando al tope.

Sin darnos cuenta o dándonos, creo que luchamos por intereses ajenos y no propios por miedo al que dirán o la pacata intensión de quedar bien, de ser chéveres y todo ese cuento. Cuando hacemos una revisión interna estamos en deuda con nosotros mismos.

Lo mejor de toso es que después de un día viene otro seguidamente, que la vida da segundas oportunidades.

Si siempre pensara en algo paralelo o imaginario no estaría donde estoy ahora, viendo las cosas claras, exactas, con precisión. Estudiándolas cuantitativa y cualitativamente.

Nada esta a oscuras, prende la luz…


No hay comentarios: