Ya estas que te vas y a diferencia de años anteriores no siento ninguna nostalgia, mas bien ambición, deseos, ganas de que comience una año nuevo y con el vengan mejores cosas, que se vayan de una vez por todas las secuelas, los fantasmas de años pasados.
Como era de esperarse, me dejaste cosas buenas y también malas, en proporciones, las positivas ganan.
Me enseñaste a ser más certero, cuidadoso, a no andar errante, desafiando el destino.
Me di cuenta de las dobles caras de las personas, de los falsos amigos, de los oportunistas. También de personas valiosas, que están ahí o tienen intención de estarlo a pesar de todo lo bueno o malo de las cosas.
Algo importante fue que recobre la fe, alguien en quien creer, quizás me fortalecí internamente, las veces que toque fondo me obligaron a hacerlo, las batallas mas fuertes son las internas y aunque fue difícil, las libre todas. Como un ejercicio que ya se me de memoria.
Imagino que este año que viene me traerá las cosas que quedaron pendientes, que por milésimas de tiempo o espacio no llegaron.
No ambiciono grandes cosas, mi titulo, un trabajo digno, felicidad, paz, salud; al tener eso ya lo demás viene solo.
Estar con mi chica y disfrutar de muchos momentos a su lado, formalizar la relación.
Que cada quien se ocupe de su vida y deje de estar jodiendo en las ajenas.
Ya pronto desaparecerán por un tiempo los arbolitos navideños, las luces, las gaitas y los fastidiosos e inoportunos fuegos artificiales, volverá todo a la normalidad, solo que con un numero de año diferente, mas avanzado.
¿Entonces que es lo que cambia?
Las ganas, las fuerzas, los ánimos, los deseos. Tal vez mutan o renacen, si bien es cierto la vida es una, pero se necesita cambiar o evolucionar constantemente para poder mantenerse a flote. En el fondo seguiremos siendo los mismos, la esencia o el espíritu se mantienen hasta la muerte, a menos que no tengamos un puesto fijo y establecido en la vida y andemos como camaleones, cambiándonos de piel o disfrazándonos de acuerdo a la ocasión.
Ya te vas año, te quedan pocas horas. Debo de agradecerte por tenerme en pie, por las experiencias, por las cosas buenas y también las malas ya que gracias a ellas crecí, me fortalecí y logre ser lo que soy ahora.
Cuando todos enloquezcan, se abrasen, griten, lloren por la euforia del año nuevo, cuando el cielo se ponga multicolor por los fuegos artificiales y los oídos se ensordezcan por los cohetes, la música, me acordare y brindare por ti viejo amigo, porque a pesar de que te vas, dejas muchas cosas para recordarte.
¡Que el que viene sea mejor!
¡Feliz y prospero año nuevo 2011!
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