28 de noviembre de 2008

Clavos


Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a medida de que el aprendió a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio de clavar clavos de la puerta.
Llego el día en que pudo controlar su carácter todo el día.
Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Le dijo “has trabajado duro hijo mío, pero mira todo esos hoyos en la puerta. Nunca mas será la misma”
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurara para siempre.

No hay comentarios: