17 de octubre de 2009

October rain

De pronto los rayos del inclemente sol cesaron y con el la intensa calor desapareció.
Los tonos azules del cielo cambiaron a grises, de la nada el frió comenzó a invadir todo el ambiente.
Este es uno de esos días en todo se parece tanto al de ayer, sin nada interesante.
Las gotas de lluvia que caían al techo, lo hacían sonar tan fuerte que simulaba el sonido de una metralleta disparando.
Es uno de esos momentos donde te acuestas, cierras los ojos y el sueño se apodera de ti, en muchos casos la almohada sirve de acompañante, aunque no es lo ideal.

Miraba atentamente la puerta de mi habitación, el techo que a poco parecía desprenderse y la imaginación me jugaba una.
En medio de una pequeña oscuridad veía tu silueta dibujada en ella, las líneas de tu cuerpo parecian hechas de la mano del mejor pintor que haya existido.

Hasta la lluvia sabe que te extraño, sabe lo mucho que anhelo estar a tu lado en un momento así.
Tu calor seria mi abrigo perfecto, el sabor de tus labios la bebida que caliente todo mi cuerpo, lo que le da un toque eléctrico y mágico a todo. Tu voz como una bossa nova, una melodía alucinante.

Y es que me he imaginado contigo en muchos lugares, en muchos momentos, en todas las estaciones climáticas y se siente rico el solo imaginarlo, quiero saber y sentirlo realmente.

Definitivamente la conexión es nuestra mejor aliada, ya que en cada momento aparecemos, hasta en los mas inesperados y la lluvia trae muchos recuerdos.
Esos cuando la veíamos caer, sentados o acostados en el piso, hablando, soñando despiertos con muchas cosas; los besos, las caricias y abrazos como pactos de amor y buenos acompañantes en estos momentos.
Donde todo se detiene y no importa mas nada, ni nadie, sino solo tu y yo!
Días fríos que nos ponen a volar, a extrañarnos, a solo conformarnos con los recuerdos y en todos ellos estas tu, no te escapas ni un instante.

Las lluvia en si es nostálgica, trae tristezas y mas aun si no estas a mi lado, llenándome de tus detalles, de tu presencia, tu amor.

Cada gota deberían de ser besos tuyos, tanto así como para empaparme de ellos.
Tu mirada como esa luz tenue que se asoma en el cielo despejando nubes grises, poniendo un poco de orden en todo.

Definitivamente la lluvia es mejor cuando estoy acostadito en tu pecho o en tus piernas.
Definitivamente contigo todo es mejor, hasta los días lluviosos…

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