Nunca
exageres.
Nunca
reveles un secreto.
Nunca
prometas lo que no estés seguro de cumplir.
Nunca
dejes de ser puntual a la hora señalada.
Nunca
dejes de dar una contestación a una pregunta atenta.
Nunca
llames la atención ante las imperfecciones de alguien.
Nunca
refieras que has hecho algún regalo o algún favor.
Nunca
te fijes en la cicatriz, deformidad o defecto de alguien.
Nunca
llames la atención de nadie, tocándole; háblale.
Nunca
prestes a otro lo que te hayan prestado a ti.
Nunca
pases por el medio de dos personas que estén hablando.
Nunca
demuestres mucha familiaridad con un nuevo conocido.
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