Llevaba un buen tiempo sin escribir, tantas vivencias, experiencias que a
veces el tiempo pasa tan rápido que no nos da chance a contarlos, como también resultas
tan cansado, con muchas o pocas ideas que se torna difícil o tedioso intentar
tener algo de coherencia; en mi caso hasta para redactar un simple mensaje de
texto.
También que con el boom de las redes sociales, teléfonos inteligentes y
todo ese tipo de cosas, nos mantenemos informados y muchas veces hasta
desinformados; entonces no vale la pena repetir las mismas informaciones, caer
en lo mismo, darle merito a lo trillado.
A estas alturas es poco lo que
asombra, vivimos en días tan cambiantes que lo anormal pasa a ser cotidiano.
Los cuentos de embarazos precoces, desnalgues de adolescentes y pare de
contar, quedaron atrás.
Recordamos con nostalgia épocas anteriores, tiempos que claramente nunca volverán
y hasta se dificulta ver un futuro claro, cuando tenemos un presente bastante
empañado y hasta borroso.
Aun se me dificulta y no me acostumbrare a ver el progresivo deterioro de
la sociedad, la delincuencia haciéndose parte del día a día, la constante
escasez de productos básicos, las extensas e interminables colas (que creo
nunca entenderé), la violencia que se genera en ellas y en general el
comportamiento tan mediocre que ha adquirido el venezolano.
Sin dejar por fuera el desempleo y muchas otras cosas que claramente nos afectan
como la cruel y deficiente gestión con los servicios básicos (luz, agua, etc.)
Hasta hace poco se me hacia raro despeñarme en un área totalmente distinta
a la que me forme, de momentos se me olvida mi bien ganado titulo de Ingeniero.
Sin embargo no he perdido la fe, mucho menos las ganas de luchar por un futuro
mejor y con la firme idea de que es posible hacer de este país un lugar mejor
para vivir, despeñarse, crear, crecer y ver a los nuestros hacerlo; con la
comodidad y confianza de salir a la calle y regresar sanos y salvos, con todas
nuestras pertenencias; de ir a un supermercado sin tener que realizar compras nerviosas,
sino que mas bien haya mucho mas de lo que vamos a buscar, que haya de todo y
para todos, que tengan precios accesibles o al menos justos.
Se nos ha hecho muy costosa la calidad de vida, pareciera que no hubiera límites.
Como dije anteriormente, a estas alturas de la vida ya nada asombra, simplemente
queramos o no debemos de adaptarnos a un sinfín de situaciones muchas veces
nada favorable, pareciera que a diario tenemos que cumplir con el principio de
la sobrevivencia.
Quería empezar el 2014 escribiendo algo bueno, esperanzador, sin embargo
creo que estas son cosas que quedaron en la mente de todos los venezolanos del
año que recién acaba de terminar y espero que se hayan quedado en el 2013, que
este año que recién empieza sea mucho mejor en todos sentidos.
¡Paz!
¿Cómo va a ser la vida mejor?
¿Cómo va a ser la vida mejor?
Yo pregunté, nadie respondió.
Yo pregunté, nadie respondió.
¿Cómo va a ser la vida mejor?
Yo pregunté, nadie respondió.
Yo pregunté, nadie respondió.
El mito del progreso // La vida mejor (La Vida Boheme)