Más que recordar, seria para mí como rendirle un pequeño tributo a todas aquellas cosas, detalles o piezas que armaron el rompecabezas, que descifraron el enigma, esa fuerza de atracción que nos unía y no nos dábamos cuenta.
Ya en 3 años de noviazgo, 4 de amigos son múltiples las experiencias, las vivencias, los momentos compartidos.
Como olvidar tus saludos, tus mensajes de textos oportunos, llamadas en momentos precisos, como cuando escuchaba mi disco de “The Killers”. Esas reuniones con fines estudiantiles, encuentros casuales y otros no tanto.
No era extraño hablar por horas, compartir detalles sencillos que a estas alturas se hacen grandes, estar de acuerdo en todo así lo desconociéramos, tener sueños mutuos que a veces traían o descifraban algún mensaje o eran deseos disfrazados en ese entonces de sueños y que mas tarde se harían realidad.
Era una afinidad que hasta cierto punto la hacíamos invisible, que tratábamos de ignorar, pero que estaba ahí, cocinándose, haciendo lo suyo, esperando su turno.
Recuerdo aquel dia de carnaval, donde te encontré entre miles de personas, entre muchas caras distintas, fuiste la luz ese dia oscuro, aun lo eres, aun lo sigues siendo, en cada dia, en cada momento.
Cuando estaba devastado me ofreciste tu hombro, tus brazos, tuviste y aun tienes las palabras precisas que hacen que todo cambie, que el mundo se rinda a tus pies y yo poder transitar en el, calmado, tomado de tu suave mano.
Eras esa persona que estaba o permanecía ahí cuando todos los demás ya no estaban y aun los sigues siendo.
Cuando ya nada importaba, cuando los días y las noches daban iguales, apareciste tú, de la nada, como lo habías hecho todo el tiempo.
Fue como un reflejo un instinto o una señal que me permitió verte, encontrarte una vez mas, coincidir entre tantas personas.
Esta vez era distinto, era el momento. Recuerdo que estábamos sentados en un banco, el mundo, todo giraba a nuestro alrededor y nosotros ahí, estáticos, tomados de la mano, que por cierto las mías estaban heladas.
Y bajo aquel atardecer renació todo, se le dio comienzo a algo que estaba pausado, que tal vez no lo asumimos como tal en su tiempo y tuvieron que pasar una serie de eventos, señales para que se valorara y se entendiera que mas allá de todo lo bonito, había magia, amor, que todo era sincero y entonces fue que todo se dio.
Tal vez éramos expertos en la teoría, pero nos faltaba la parte práctica, por ello todo comenzó de una vez.
Habíamos sido muy atentos y nos dimos la oportunidad de conocernos bien, lo suficiente, como amigos, ya lo demás seria fácil.
Los días, los meses y ahora hasta los años pasan rápido.
Aun sigues siendo mi amiga, solo que ahora tus besos, tu amor son para mi, que caminas tomada de mi mano, que tal vez hay sentido de propiedad porque es así, te pertenezco.
Gracias por estar a mi lado, por compartir tus sueños, parte de tu vida conmigo.
Esto es una gran experiencia, algo que no se puede explicar con palabras, la cual quiero que siga siendo parte de mi vida, así como tu; que juntos logremos todas nuestras metas y sueños como lo hemos hecho hasta ahora.
Fíjate, que rápido, ya son 3 años y lo que falta.
Ahora más que nunca me dominan tus ojos, tus rizos, tus labios, tu voz.
Tengo grabada en mi mente tu primer beso.
Sabes mi corazón tiene un tatuaje y lleva tu nombre.
¡Gracias por estos 3 años maravillosos!