Trate de tanto de olvidar esos días, que sin querer y sin ni siquiera recordarlo llegaron por un instante he hicieron mella todo.
No fueron exactamente los mismos, pero con efectos similares.
Son esos momentos donde todo te hace sentir que nada vale la pena, que somos piezas microscópicas y que la tristeza es un gigante que quiere aplastarnos.
Donde todo y cada momento te hunde, que hasta los mas bonito se vuelve mierda y donde el corazón se nos hace pedazos, la mente se bloquea y los pensamientos se tornan grises, se siente una piedra en la garganta y solo queremos desaparecer.
Y la vida es tan injusta que cuando mas necesitas las cosas o las aleja o las quita.
Es cuando el reloj va en contra de su sincronización, cuando todos te miran y el cielo se te viene encima con todo su peso, y con el millones de meteoritos y rayos a estrellarse hacia ti.
Cuando sientes que los esfuerzos no valen de nada y que a pesar de que quieras gritar con todas tus fuerzas te encuentres con que eres mudo, que tus movimientos son mas torpes que los de un borracho y que quieras moverte con todas la prisa del mundo y te des cuenta de que eres un completo minusválido.
Que tus palabras sean como balas a punto de rebotar en un vidrio blindado, cuando los corazones que se quiere ablandar son más duros que un bloque de acero.
Recuerdo que en días así, como en las tardes y en las noches frías solía fumar, trataba de dibujar mi tristeza haciéndole forma al humo con mis dedos. Pensando que con el aspirar de un cigarrillo se calmarían todas mis penas y tristezas.
Pero esta vez casi no la pude controlar, aprecia como si estuviera moribundo arrastrándome en un desierto en busca de una gota de agua y que la imaginación jugaba que la encontraba. Me la ponía cerca y cuando tiraba a agarrarla era en vano, no existía.
No fueron exactamente los mismos, pero con efectos similares.
Son esos momentos donde todo te hace sentir que nada vale la pena, que somos piezas microscópicas y que la tristeza es un gigante que quiere aplastarnos.
Donde todo y cada momento te hunde, que hasta los mas bonito se vuelve mierda y donde el corazón se nos hace pedazos, la mente se bloquea y los pensamientos se tornan grises, se siente una piedra en la garganta y solo queremos desaparecer.
Y la vida es tan injusta que cuando mas necesitas las cosas o las aleja o las quita.
Es cuando el reloj va en contra de su sincronización, cuando todos te miran y el cielo se te viene encima con todo su peso, y con el millones de meteoritos y rayos a estrellarse hacia ti.
Cuando sientes que los esfuerzos no valen de nada y que a pesar de que quieras gritar con todas tus fuerzas te encuentres con que eres mudo, que tus movimientos son mas torpes que los de un borracho y que quieras moverte con todas la prisa del mundo y te des cuenta de que eres un completo minusválido.
Que tus palabras sean como balas a punto de rebotar en un vidrio blindado, cuando los corazones que se quiere ablandar son más duros que un bloque de acero.
Recuerdo que en días así, como en las tardes y en las noches frías solía fumar, trataba de dibujar mi tristeza haciéndole forma al humo con mis dedos. Pensando que con el aspirar de un cigarrillo se calmarían todas mis penas y tristezas.
Pero esta vez casi no la pude controlar, aprecia como si estuviera moribundo arrastrándome en un desierto en busca de una gota de agua y que la imaginación jugaba que la encontraba. Me la ponía cerca y cuando tiraba a agarrarla era en vano, no existía.
Triste como esperar algo que no llegara, decepcionante como llegar a viejo y ser ignorante, darte cuenta de que la edad no hace la experiencia sino las vivencias, frustrante al saber que alguien mas joven que tu posee mas conocimientos.
Es así. La vida es relativa, como el mar; va y viene; a veces te da, a veces te quita.
Quizás los últimos meses del año no sean los mejores para mi y por ende tiendo a estar susceptible, como si tuviera la menstruación.
Por eso hay recuerdos que deberían borrarse automáticamente, momentos que editar y hacerlos a nuestro antojo, sin ningún tipo de influencia extraña.
Debería agarrar la depresión, meterla en una caja y mandarla al espacio o al fondo del mar.
A estas alturas no debiera de importarme nada y estar momificado, aunque ya halloween paso, pero hoy es viernes 13…
Por eso ni hoy ni nunca quiero extrañarte, mucho menos recordarte, solo desaparecerte de mi vida.
Nadie te extraña, ni te necesita… Fuck depresión...
=(