16 de noviembre de 2012

Típico del Venezolano



Como dicen por ahí “La miseria de uno es la felicidad de otro”.
En Venezuela hay personas que tienen un ingenio infinito para jactarse de las cosas buenas que le pasan, para la mala intención y para dejar al descubierto las falencias de los demás.
Y otra, la capacidad de hacerse interesante y oportunista frente a cierto tipo de situaciones que mas adelante mencionare.

Digo, quien no ha visto al finalizar el año escolar cuantos padres “orgullosos” escriben en el vidrio de su carro “MI HIJ@ SE GRADUÓ, YA ES BACHILLER, LICENCIADO, etc.”; como si a alguien le importara eso, sin menospreciar.
Como diría el Profesor Briceño: “Gran vaina, párate ahí para abrazarte, marisco”
Irónico, porque no dicen cuantas veces fue a reparar, cuantos profesores sobornó, cuantas veces lo expulsaron, o cuantas veces tuvo que a ir a dirección o a la policía a sacarlo por andar formando peos. (Ciertos ejemplos solo aplican a los alumnos de bachillerato)

Es así, nadie extiende los trapitos rotos en el porche de su casa para que se sequen, todos quieren mostrar lo bonito, lo fantástico.

Los padres que alaban a los hijos por mujeriegos, y porque no lo hacen cuando las mujeres le montan los cuernos, o cuando ellos las maltratan.
Ahora pregunto ¿Por qué no dicen orgullosos: “Mi Hijo es Gay”?
Lo malo es lo que siempre hará grande a las personas, las cosas valiosas no cuentan…

Los hijos que en la semana son ejemplares; trabajadores, estudiosos algunos y cuando llega el fin de semana dejan todo el sueldo o los ahorros en una licorería; y al otro día en su casa no saben ni como llegaron, ni donde estuvieron, ni con quien y el ratón a mil.
En la semana unos ángeles, los fines de semana unos demonios susceptibles.

Entrando al tema de hacerse interesante y oportunista, cuando al equipo al que vamos pierde nos escondemos, como si fuéramos a cambiar algo por eso, claro sabemos que el chalequeo no va a ser bueno; en cambio si gana gritamos a los cuatro vientos y a todo pulmón lo fanáticos que somos y al chalequeo al perdedor es descomunal.
Es así panas.

Dentro de todo lo trillado, la Vinotinto ya es un cliché, más que una pasión para algunos (en mi caso) para otros es una moda.
Todo el mundo con sus franelas cuando hay un juego, ven uno que otro partido; inundan el pin, las redes de sociales de cadenas, de publicaciones gastadas; y a la hora de la verdad ni se enteran de la historia, de donde provienen los jugadores, la actualidad de la selección, del futuro próximo, la realidad del futbol venezolano, etc.
Si gana, a celebrar; si pierde vienen con la típica frase: “Ya lo sabia, no se ni para que vi el partido” y guardan la camisa hasta que haya otro parido y le empiece la fiebre emocional.
Jejeje

Digo, en vez de destruir, apoyemos, construyamos un mejor país.
En vez de creernos superior o echárnosla frente al vecino, amigo, etc., mostremos lo que realmente somos, preocupémonos por ayudar, por hacer algo útil y significativo en la vida de otro.
No siempre se puede vivir flotando en burbujas de jabón, si se explota, al caer es duro es golpe, así que los que vivan en esas condiciones estén preparados.

Pronto seguiré hablando de cosas así…

16/ 11/ 2012